domingo, abril 19, 2009

Reflexiones.... ¿bañandose?

Ayer después de un día sumamente largo en los scouts, (en el que empecé a las 10 am y termine alrededor de las 9 pm), regrese a mi casa con la sola idea de descansar un poco, pero un amigo cumplía años y había organizado una fiesta en su casa a la que decidí ir un rato para estar con él en su día y con algunos amigos, regrese a mi casa a cambiarme de ropa y ya estando aquí aproveche para bañarme.

Mientras me bañaba una palomilla (un insecto parecido a las mariposas pero más feo), paso un par de veces por el chorro hasta que, en una de esas quedo atrapada y cayó cerca de la coladera, donde empezó a moverse de forma brusca agitando las alas para intentar salvar su vida y no morir ahogada, (seguramente hasta ahora mi relato de cómo veía a la palomilla morir mientras me bañaba resulta sumamente “fascinante” pero prometo que tengo un punto). Mientras veía al insecto luchar para no morir ahogado pude relacionarme con él (claramente no en que soy un insecto, no mal interpretemos).

Cuantas veces vamos por la vida haciendo cosas que sabemos nos pueden causar problemas o darnos un rato de terrible tristeza o dolor y aun así seguimos adelante sin importarnos mucho lo que pueda pasar (seguramente el insectito sabía que podía terminar atrapado por el agua pero aun así decidió seguir adelante y continuar acercándose al chorro) la única razón probable que puedo encontrar (sin tomar en cuenta que el ser humano es estúpido) es que tenemos una enfermiza obsesión con recordarnos que sentimos, una adicción impresionante a la adrenalina, que cualquier pretexto o situación es buena para poner nuestras emociones en juego y demostrarnos principalmente a nosotros mismos que aun sentimos, que estamos vivos y que tenemos todavía la fuerza suficiente de seguir adelante y superar cualquier tipo de obstáculo que se nos presente.

En lo personal creo que esa es una de las cualidades que más admiro y me gusta del ser humano, el ser lo suficientemente idiotas (o valientes) para aventarnos contra la primera piedra que encontramos para ver si nos golpeamos y azotamos, o nos golpeamos y logramos no caernos, manteniendo un espíritu de lucha y aventura que nos permite sentirnos vivos al final del día, y a mi parecer un ser sin sentimientos es un ser completamente vacio

Después de días de no lograr escribir una sola línea agradezco a mi inspiración por volver a mi (a buena hora), agradezco a ustedes por tomarse el tiempo de leer mis pato-aventuras(?) y agradezco a mi musa, esa pequeña palomilla que tuvo que comportarse de una manera tan peculiar (y morir) para lograr robar mi atención y lograr tenerme tan despierta, aun después de un día tan pesado como lo fue hoy, escribiendo esto.

miércoles, abril 08, 2009

Ensalada de emociones

Creo que si me preguntaran como me siento en estos momentos, contestaría que confundida, confundida por no saber a cuál de todos los sentimientos tengo que darle el protagonismo, si alguna vez han tenido una mezcla de emociones en la que, mientras tratas de entender una encuentras otra, seguramente entenderán de que hablo.
Definitivamente es algo raro que inicie hablando sobre este tipo de cosas sin antes contarles un poco de mí, pero algo característico de mi (y a veces lo que más me preocupa), es la facilidad y rapidez que tengo de cambiar de una emoción a otra, me considero una persona tranquila y que a veces da más detalles de los que son necesarios (por lo mismo no es tan necesario comenzar con la historia de mi vida ya que poco a poco verán mi manera de ser y pensar)


Regresando al tema principal, el cómo me siento en estos momentos, creo que definitivamente predomina el miedo, tengo planeado próximamente un viaje que durara un año que incluye educación, tiempo de diversión y creo que un espacio excelente para conocerme a fondo, y aunque las personas cercanas me preguntan si tengo miedo y lo niego sin siquiera reflexionarlo dos segundos, la verdad es que me muero de miedo, miedo a lo desconocido, miedo a llegar a un lugar nuevo completamente sola, miedo a no saber que va a pasar con la familia y amigos mientras no esté (porque a pesar de que la comunicación está bastante avanzada y ya no es un problema hablar con personas del otro lado del planeta en solo unos segundos, no es lo mismo que te digan por una llamada de teléfono o por la computadora “Todos estamos bien”, a estar junto a ellos y darte cuenta que realmente es cierto)


Aunque bueno, no todo es miedo, también hay mucha emoción, alegría, ilusiones, expectativas, un poco de nostalgia y mucha mucha energía, cosa que me mantiene en movimiento y ocupada para no pensar mucho en el miedo y poder seguir adelante en todos los aspectos.


Para cerrar los dejo con una pequeña frase de Feliciano Franco de Urdinarrain, que en mi opinión tiene mucha verdad y creo que es algo que todos deberíamos tener siempre en un lugar visible para leerlo todos los días…


El valor no es la ausencia del miedo, sino el miedo junto a la voluntad de seguir